sábado, 28 de junio de 2014

como tener un embarazo saludable

Atención prenatal

Si descubres que estás embarazada, visita a un médico lo antes posible para comenzar a recibir atención prenatal (asistencia médica durante el embarazo). Cuanto antes comiences a recibir asistencia médica, mejores serán las posibilidades de que tanto tú como tu bebé estén sanos en el futuro.
Si no puedes afrontar el gasto de la visita a un médico o pagar la consulta en una clínica para recibir atención prenatal, existen organizaciones de servicios sociales que pueden ayudarte. Pídeles a tus padres, al consejero escolar o a algún otro adulto en quien confíes que te ayuden a encontrar recursos en tu comunidad.
Durante la primera consulta, el médico te hará una gran cantidad de preguntas, como la fecha de tu último período. De este modo, podrá calcular cuánto tiempo llevas de embarazo y para qué fecha esperas a tu bebé.
Los doctores calculan la duración del embarazo en semanas. La fecha de parto es estimativa, pero la mayoría de los bebés nacen entre 38 y 42 semanas después del primer día del último período menstrual de la mujer, o entre 36 y 38 semanas después de la concepción (cuando el esperma fertiliza al óvulo). Sólo un pequeño porcentaje de mujeres dan a luz en la fecha de parto estimada.

Qué cambios puedes esperar en tu cuerpo

El embarazo genera muchos cambios físicos. Éstos son algunos de los más comunes:
Crecimiento de los pechos el aumento de tamaño de los pechos es uno de los primeros signos de embarazo y los pechos pueden continuar creciendo a lo largo del embarazo. Es posible que aumentes varios talles de sostén durante el transcurso del embarazo.

Cambios en la piel

No te sorprendas si la gente te comenta que tu piel parece "radiante" cuando estás embarazada: el embarazo produce un aumento del volumen de la sangre, que puede hacer que tus mejillas estén algo más rosadas que lo habitual. Además, los cambios hormonales aumentan la secreción de las glándulas sebáceas, por lo que tu piel quizá luzca más brillante. Por la misma razón, el acné también es común durante el embarazo.
Entre otros de los cambios que generan las hormonas del embarazo en la piel, se encuentran unas manchas amarillentas o amarronadas que aparecen en el rostro, las que reciben el nombre de melasma, y una raya oscura que va del ombligo hasta el pubis, que se conoce como linea nigra.
Además, los lunares o las pecas que tenías antes del embarazo pueden aumentar de tamaño o volverse más oscuros. Incluso la areola, la zona alrededor del pezón, se vuelve más oscura. También pueden aparecer estrías (líneas delgadas de color rosado o púrpura) en el abdomen, los pechos o los muslos.
Salvo el oscurecimiento de la areola, que suele ser permanente, estos cambios en la piel desparecerán después del parto.

Cambios de humor

Es muy habitual experimentar cambios de humor durante el embarazo. Algunas jóvenes pueden padecer de depresión durante el embarazo o después del parto. Si presentas síntomas de depresión, como tristeza, cambios en los patrones de sueño, deseos de hacerte daño a ti misma o sentimientos negativos acerca de ti o de tu vida, consulta a tu médico para que te asesore acerca de empezar un tratamiento.

Molestias del embarazo

El embarazo puede causar algunos efectos secundarios molestos. Entre estas molestias, se incluyen las siguientes:




  • náuseas y vómitos -en especial durante los primeros meses del embarazo;
  • hinchazón en las piernas;
  • várices en las piernas y en la zona alrededor de la abertura vaginal;
  • hemorroides;
  • acidez y constipación;
  • dolor de espalda;
  • cansancio y
  • problemas para conciliar el sueño.
Si padeces uno o más de estos efectos secundarios, recuerda que no eres la única. Pídele a tu médico que te aconseje acerca de cómo manejar estos problemas comunes.

Cómo cuidarte durante el embarazo

Alimentación

Muchas jóvenes se preocupan por el aspecto de su cuerpo y temen aumentar de peso durante el embarazo. Pero éste no es el momento de reducir las calorías o hacer una dieta, ya que estás alimentando a dos personas. Tanto tú como tu bebé necesitan de ciertos nutrientes para que el bebé crezca adecuadamente. Si comes una variedad de alimentos saludables, bebes suficiente agua y reduces la comida chatarra, con alto contenido graso, ayudarás a que tanto tú como el bebé que está creciendo sean sanos.
Los médicos suelen recomendar agregar alrededor de 300 calorías diarias a la dieta, de modo de proporcionarle al feto en crecimiento una nutrición adecuada. Según el peso que tenías antes de quedar embarazada, deberías aumentar entre 11 y 15 kilos (25 a 35 libras) durante el embarazo, mayormente durante los últimos 6 meses. Tu médico te aconsejará acerca de esto según tu situación particular.
Comer más fibras —25 a 30 gramos diarios— y beber suficiente agua pueden ayudar a evitar problemas comunes, como la constipación. Las frutas y las hortalizas frescas, así como los panes integrales, los cereales o los pastelillos con harina integral, son buenas fuentes de fibras.
Es necesario que evites algunos alimentos y bebidas durante el embarazo, como los siguientes:
  • algunos tipos de pescado, como pez espada, atún enlatado y otros pescados que pueden tener un contenido elevado de mercurio (el médico puede ayudarte a decidir qué pescados comer);
  • comidas con huevos crudos, como la mousse o ensalada tipo “César”;
  • carne y pescado crudos o apenas cocidos;
  • carnes procesadas, como salchichas o fiambres;
  • quesos blandos sin pasteurizar, como el queso feta, brie, azul o de cabra; y
  • leche, jugo o sidra sin pasteurizar.

jueves, 26 de junio de 2014

Estimulación pasos para un parto

La realidad es que no sabemos con precisión en qué momento y cuáles son los mecanismos quedesencadenan el parto en la mujer y no podemos prever con exactitud el momento en el que va a terminar ese embarazo. Por lo tanto, si no conocemos bien los mecanismos naturales, difícilmente podremos imitarlos.
No obstante, la experiencia y la observación nos dicen que en algunas mujeres (no en todas) hay algunos trucos que pueden ayudar a adelantar el parto, a que este proceso final del embarazo sea más fácil y corto. No son hechos demostrados científicamente, pero a veces pueden funcionar.

Estimulación de los pezones

Hay determinados estímulos sobre el pezón que pueden provocar la secreción de oxitocina, que es la hormona que provoca las contracciones en el útero, entre otros efectos.
Estos estímulos pueden ser pellizcarlos, exprimirlos, morderlos o simplemente tocarlos.
Es frecuente que al final del embarazo, durante el tercer trimestre, observemos un líquido amarillento que sale del pezón. Es el calostro, la primera leche materna que va a tomar nuestro bebé.
Aunque nos pase esto, debemos evitar manipular o exprimir el pezón, porque puede ser perjudicial, y, además de producir infección en el pecho, provocarnos contracciones en el útero.
Antiguamente la estimulación del pezón se usaba a veces para inducir el parto en los hospitales.




Andar, hacer ejercicio

Parece lógico pensar que si ante una amenaza de parto prematuro se recomienda a la embarazada que repose, el ejercicio ayude a acelerarlo.
Después de una larga caminata o un esfuerzo físico importante (un día de trabajo duro, una comilona, un viaje...), la mayoría de las embarazadas perciben más contracciones de lo normal. Habitualmente, si no son de parto, estas contracciones ceden una vez que la mujer descansa. Pero hay ocasiones en las que, tras estas circunstancias, se desencadena definitivamente el parto. Existe un estudio realizado en la Universidad de Ohio (EE.UU.) entre los años 2004 y 2005 que apoyaría esta teoría, aunque no está del todo demostrada.
Lo cierto es que, independientemente de que se consiga o no desencadenar el parto, la práctica de ejercicio físico moderado durante el embarazo es beneficiosa para la futura mamá y el feto y, al mejorar el estado físico de la mujer, también ayuda a que el parto se desarrolle con normalidad.
Salvo que el obstetra o la matrona indiquen lo contrario, el ejercicio moderado nunca va a ser perjudicial, sino todo lo contrario.

consejos para un parto natural

De las grandes alegrías y retos que usted enfrenta en la vida, pocos son tan especiales como tener su primer hijo. Desde el momento en que usted descubre que está embarazada, hasta el día del nacimiento de su bebé, experimentará muchos cambios y aprenderá nuevas formas para cuidarse y cuidar al bebé que está en crecimiento.

El trabajo de parto y el parto es generalmente la parte del embarazo que más preocupaciones genera en las madres primerizas. Sutter Health desea que tenga las menores preocupaciones que sea posible al atravesar por esta experiencia. En el año 2001, implementamos el programa Embarazo y Parto Primerizo (FPAD, por sus siglas en inglés) a lo largo de todo el sistema de Sutter Health. El programa FPAD está diseñado para ayudar a que las madres primerizas logren los mejores resultados posibles para ellas mismas y sus bebés.

Los expertos en madres y bebés de nuestro hospital han compartido sus conocimientos y experiencias con otras personas en el sistema de Sutter Health para proveerla con la mejor atención posible. Trabajando juntos, establecimos recomendaciones de asistencia basándonos en las experiencias de más de 58,000 madres primerizas a través de nuestro sistema. También usamos evidencias científicas para identificar las mejores prácticas de promoción de un embarazo saludable y un parto seguro. Como parte de este esfuerzo hemos creado estas “Consideraciones Especiales para Madres Primerizas”, y así reconocer y apoyar esta maravillosa etapa de su vi


Confort y manejo del dolor

El dolor es una parte natural en un trabajo de parto, y cada mujer tolera un nivel de dolor diferente. Las mujeres también responden de diferente manera a las diversas clases de actividades e intervenciones usadas para ayudar a disminuir los dolores del trabajo de parto e incrementar el confort. Las medidas de confort, la medicación y la anestesia regional son tres actividades e intervenciones usadas comúnmente durante el trabajo de parto y el parto.

Medidas de confort
Existen diferentes abordajes efectivos para aliviar el dolor que usted puede intentar emplear durante su trabajo de parto, incluyendo:
  • Mantener un ambiente tranquilo en su sala de parto; por ejemplo: poco ruido, luz tenue, música. (Seleccione cuidadosamente a las personas que le apoyarán y que pueden ayudar a crear un ambiente calmado.)
  • Caminar.
  • Terapia de agua (por ejemplo, báñese en ducha o tina)
  • Sentarse o recostarse en una pelota de parto o en una mecedora.
  • Tratar varias posiciones (por ejemplo: de rodillas, en cuclillas, balanceando su pelvis, recostada de lado) y apoyarse con almohadas de ser necesario.
  • Hacerse masajes/frotaciones en la espalda, bailar lentamente con su persona de apoyo.
  • Darse masajes suaves en el abdomen con las puntas de los dedos.
  • Pedir a su compañero o persona de apoyo que le dé masajes rodando una pelota de tenis en la parte baja de la espalda.
  • Aplicarse compresas tibias o frías.
  • Practicar técnicas de respiración y/o relajación.
  • Dedicarse a orar, o celebrar ceremonias religiosas.
  • Practicar la meditación usando imágenes
    que le traigan paz.
Usar diversas medidas de confort es una excelente forma de involucrar a su compañero en la tarea de ayudar y colaborar con usted en el proceso de trabajo de parto.

Amamantando

  • Es importante poner a su bebé contra su pecho 30 a 60 minutos después del nacimiento.
  • Su bebé está más alerta e interesado en que se le amamante durante la primera hora de vida. Su bebé estará desesperado por conocerla y necesitará el calostro (fluido inicial de los pechos) para tener energía y protección contra las infecciones.
  • Después de las primeras 1 ó 2 horas, su bebé se pondrá soñoliento y será más difícil alimentarlo.

miércoles, 25 de junio de 2014

bebe prematuros

Hasta ahora, las organizaciones médicas recomendaban administrar a los recién nacidos prematuros una cantidad diaria de vitamina D que oscilaba entre los 400 y los 1000 UI. Ante esta falta de consenso, un grupo de científicos del Instituto All India de Ciencias Médicas de Nueva Delhi, en India, decidió investigar sobre el tema.
En el estudio se incluyó a 96 bebés que habían nacido entre las semanas 28 y 34 de gestación, y que estaban siendo alimentados mediante lactancia materna. Se determinaron sus niveles de vitamina D con análisis de sangre y a un grupo se le administró 800 UI de vitamina D3, mientras que el otro grupo recibió solo 400 UI.
La pre valencia de insuficiencia de vitamina D se redujo al 12% en los bebés que habían tomado suplementos de 800UI diarios cuando cumplieron tres meses
Posteriormente los investigadores comprobaron si existía una diferencia en la prevalencia de insuficiencia de vitamina D (VDI) a las 40 semanas y a los tres meses de edad entre ambos grupos, y evaluaron también si los bebés a los que se había administrado el suplemento de 800 UI presentaban niveles de vitamina demasiado elevados.
Observaron así que la VDI, que era común en ambos grupos antes de comenzar a tomar los suplementos vitamínicos, se reducía hasta el 43% en el grupo de 800UI a las 40 semanas, frente al 38% del grupo de 400UI, mientras que cuando los niños alcanzaron los tres meses de edad, la pre valencia de VDI en los que tomaron 800UI diarios era del 12%, frente a un 35% del grupo de 400UI.
Los datos confirman, por tanto, que en los recién nacidos prematuros con altas tasas de insuficiencia de vitamina D, la ingesta de 800UI de vitamina D3 al día reduce significativamente esta insuficiencia a los tres meses de edad. Sin embargo, los autores del trabajo precisan que para evitar excesos –que pueden provocar falta de apetito, disminución del tono muscular,estreñimiento e irritabilidad, entre otros trastornos– sería conveniente monitorear los niveles que alcanzan los niños a los que se les administran suplementos, y realizar estudios más amplios y con un mayor tiempo de seguimiento.

Lo ideal, cuando iniciamos la estimulación bebés, es comenzar con el masaje infantil. Hay que tener presente que al principio no tolerarán bien el contacto físico por eso es importante que comencemos con la técnica de manos que reposan y contención. Esta técnica consiste en coger cada parte del cuerpo de nuestro bebé, una pierna, un brazo, el abdomen y sostenerlo con nuestras manos, sin moverlas y tratando de trasmitir relajación y tranquilidad. Una vez que los bebés vayan asimilando este contacto podremos iniciar todos los movimientos de masaje infantil que van desde la cabeza a los pies. Con este masaje podemos estimular todos los sistemas del bebé, endocrino, respiratorio, inmunológico, vestibular etc… ayuda al desarrollo, mejora el aprendizaje, crecimiento y tono muscular.
A medida que el bebé vaya creciendo y siempre en función de su ritmo de desarrollo podremos introducir algunas otras actividades de estimulación, dentro de las cuales vamos a señalar algunas a continuación:

Actividades para estimular al bebé prematuro

Baile con su hijo y exprésele sus sentimientos hacia él, mírelo a los ojos, llámelo por su nombre y sonríale. 
A medida que el bebé vaya creciendo habrá que ir introduciendo nuevos ejercicios, en cada una de las áreas e ir adaptándolos a su propio ritmo, no hay que olvidar que cada bebé tiene su propio ritmo, y en el caso de los prematuros este ritmo será algo más lento.

El masaje puede relajar y calmar a un bebé reduciéndo el estrés emocional y físico y motivando un sueño reparador. Se puede utilizar par aliviar los gases, el estreñimiento, y los cólicos. Puede igualmente ayudar a mejorar la congestión nasal y los ojos. legañosos. De hecho, el masaje estimula todo el sistema del bebé  e incentiva su crecimiento saludable y su desarrollo..
Los movimientos del masaje pueden adaptarse para los bebés prematuros y para los enfermos.Por medidas de seguridad,consulte primero con su médico o enfermera en el hospital antes de darle masajes a su recién nacido. Después infórmese si hay miembros del equipo, entrenados para dar masajes, que puedan orientarla.


Antes de que continúe con este artículo,ess importante leer"Seis Pasos Para el Contacto Positivo en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatal,"otro artículo en la Guia para Su Mundo de Prematuros   Usted aprenderá como leer las señales que le da su bebé para mostrarle que él está listo para el contacto.Usted  también aprenderá como prepararlo y darle confianza para la experiencia del masaje. 

consejos para embarazadas

Sexo en el embarazo: las 10 preguntas más frecuentes


Una de las preocupaciones más extendidas sobre el sexo en el embarazo es creer que puede ser malo para el bebé. Se piensa erróneamente que ciertas posturas pueden hacerle daño, que el semen puede afectarle, o que el niño puede sentir el coito como algo desagradable. Sin embargo, son todas creencias sin ningún fundamento.
Por el contrario, mantener relaciones sexuales es beneficioso para el bebé. El organismo de la madre libera endorfinas y la región pélvica recibe más sangre, provocando que el bebé experimente una sensación placentera dentro del útero.

Cuál es el objetivo del masaje perineal

El objetivo del masaje perineal es el de “despertar” al perineo, estirándolo, ablandándolo y dándole más elasticidad para que en el momento del parto esté más preparado para abrirse. Además, el masaje sirve para conocer un poco las sensaciones que sucederán durante el parto y familiarizarse con ellas, ayudando así a relajar la zona en el momento cumbre del alumbramiento.

¿Quién hace el masaje?

El masaje puede hacérselo una misma o puede hacerlo también la pareja, que puede sentirse así partícipe de la preparación al parto. Todo depende de cómo estén más cómodos los dos, porque hay mujeres que prefieren hacerlo ellas mismas en la intimidad y hombres a los que le hará “cosilla” hacer presión sobre las paredes de la vagina.

¿Cómo prepararse para el masaje?

Antes de hacer nada es importante lavar bien las manos y cerciorarse de que las uñas están bien cortitas y limpias, pues lo último deseable es que se produzca una infección.
Si no estás acostumbrada a ver tu perineo puede ser interesante echarle un vistazo para familiarizarte con él, qué menos. Para ello lo ideal es tener un espejo que pueda dejarse en el suelo y con ambas manos mostrártelo a ti misma.
Debes estar cómoda, porque vas a estar unos minutos en esa posición. Se recomienda estar en cuclillas o semisentada con unos cojines y el espejo en frente y puede ir bien apoyar la espalda en la pared para aportar estabilidad. Hay mujeres que prefieren estar de pie y levantar una pierna apoyándola en alguna silla. Todo es buscar la posición más cómoda para cada una.
Se recomienda lubricar un poco los dedos con aceite de oliva o aceite de almendras, aunque la última tendencia es hacerlo con aceite de rosa de mosqueta, que es el más hidratante y que se cree que puede ayudar a hacer el perineo aún más elástico.
Cómo hacer el masaje perineal 2

Consejos para evitar el estrés durante el embarazo

Si sientes algún síntoma de estrés, ya sean físicos o emocionales (generalmente van unidos) es conveniente “echar el freno”, pararse a pensar qué nos está afectando y sobre todo empezar arealizar actividades que nos resulten placenteras.
  • Masajes durante el embarazo. Quién no agradece un masaje… Durante el embarazo, es una buena manera de descargar tensiones, de relajarse y por ejemplo dormir mejor si se hace antes de la hora de acostarse.
  • Baños relajantes. En vez de la ducha rápida de todos los días, vamos a procurar un momento de relax con un baño de espuma (eso sí, con jabón suave que no perjudique la piel).
  • Escuchar música, la que más nos guste, la que más nos relaje, la que nos haga tararear y mover la cabeza a su ritmo. Puede ser clásica o moderna, el caso es que todos tenemos nuestra música o canciones favoritas y pararse a escucharlas nos desconecta del mundo exterior y nos crea gran confort.
  • Ejercicios de relajación, como los que os hemos traído en diversas ocasiones a nuestras páginas. Es fundamental para realizar estos ejercicios buscar el momento más adecuado, en el que estemos tranquilas y cómodas. Aprender a relajarse es también una buena preparación al parto, ya que la relajación podrá ayudarnos a afrontar las sensaciones físicas durante el parto, así como a estar mentalmente tranquilas.
  • Leer. ¿Cuánto hace que no coges un libro? ¿No te gustaba leer antes? Siempre es buen momento para retomar esta afición que relaja cuerpo y mente y ayuda a conciliar el sueño.
  • Ver cine, nuestras películas favoritas o los estrenos. Ya sé que no está el precio de las entradas como para ir cada semana al cine, pero también existen los vídeoclubs, servicios de préstamo de bibliotecas… y alguna vez hasta en la tele podemos ver algún film interesante (aunque si os pasa como a mí acabaréis dormidas antes del fin).
  • Pasear, caminar durante el embarazo es una actividad muy relajante y beneficiosa para la mamá y el bebé, una actividad que conlleva múltiples beneficios y que deberíamos intentar hacer todos los días.
  • Hacer ejercicio. Caminar es uno de los ejercicios más adecuados durante el embarazo, pero hay otros muchos que nos pueden ir bien. Si no existe ninguna contraindicación, realizar ejercicio moderado y habitual durante el embarazo es bueno para la madre y para el bebé, reduce los niveles de estrés y proporciona un importante bienestar físico y mental. Salir en bicicleta, hacernatación, practicar yoga, el método pilates, tai-chi…
  • Dejar el trabajo al salir del trabajo. El estrés laboral es una de las principales preocupaciones de la vida actual. Es bueno desconectar al salir del trabajo, dejar las tareas para el horario laboral y marcarse algunas pautas como no coger el teléfono o no consultar el correo del trabajo cuando estamos en nuestro tiempo libre. Si nuestro trabajo nos provoca un estrés continuado que afecta a la salud, hay que plantearse ir al médico y explicarle la situación por si conviene que nos den la baja.
  • Dedicarte tiempo a ti misma, a estar guapa, a ir a la peluquería, a la esteticién, a la manicura… A menudo sentimos que los cambios que afectan a nuestro cuerpo son desastrosos e irreversibles. Pero se puede estar (y sobre todo sentirse) guapa y embarazada, y esto nos dará mayor seguridad y optimismo en el día a día.
  • Practicar sexo durante el embarazo es recomendable y seguro, si no existe ningún riesgo proporciona beneficios para todos, entre los que se encuentran la fortificación de la relación de pareja, mejor calidad del sueño y descanso…


El peso en el embarazo: cuánto se recomienda ganar y cómo controlarlo

Cuál es el aumento de peso normal

Pongamos que una mujer tiene un peso normal antes de quedar embarazada. Es posible que en las visitas mensuales alguien diga eso de “mamá, un kilo por mes, no más” y que la consulta de maternidad se convierta instantáneamente en una consulta de belleza premamá, porque es una frase que no tiene ningún sentido.
Lo recomendable, según los expertos, es que esta misma madre que tiene un peso normal gane, durante el embarazo, entre 11,6 kg y 16 kg. Sin embargo, como se dice habitualmente, cada cuerpo es un mundo, y hay mujeres (como Miriam, mi mujer) que ganan menos kilos y otras que ganan hasta 18 kg, teniendo todas ellas bebés sanos y siendo capaces de recuperar el peso de antes del embarazo.
Dicho de otro modo, el “kilo por mes” daría un total de 9 kg en todo el embarazo y, sin embargo, acabo de decir que hay mujeres que pueden llegar a ganar hasta 18 kg sin ser un problema, algo que nos da una media de dos kilos por mes y que hace que el consejo sea equivocado.
El peso en el embarazo

Lo importante no es hacer dieta, sino comer bien

Si una mujer llega a creerse eso de controlar mucho el peso puede caer en el error de tratar de no pasarse y acabar comiendo menos de lo que debe. Esta medida, a la que tan acostumbradas están muchas mujeres, que empiezan dietas a menudo, está contraindicada en el embarazo porque cuando se come poco se queman grasas y se generan los llamados cuerpos cetónicos, que pueden llegar al feto, siendo tóxicos, y dañar el sistema nervioso del bebé.

¿Y el peso que he ganado, de dónde proviene?

No es una pregunta que se hagan las mujeres muy a menudo, porque se suele ver el aumento de peso repartido por todo el cuerpo a simple vista, pero puede ser interesante saber cómo se reparte el peso que gana una mujer.
Si cogemos como promedio en ganancia de peso 12,6 kg, éstos kilos se repartirían de la siguiente manera:
  • Volumen sanguíneo: 1,3 kg.
  • Pecho: 0,4 kg.
  • Útero: 1 kg.
  • Feto: 3,4 kg.
  • Placenta: 0,7 kg.
  • Líquido amniótico: 0,8 kg.
  • Grasa: 3,5 kg.
  • Líquido retenido: 1,5 kg (aunque puede llegar a los 4,5 kg).
Como veis, una vez nace el bebé y sale la placenta y el líquido amniótico se “pierden” de golpe unos 5 kg. Luego, a medida que pasa el tiempo, con la lactancia quemando calorías y con un bebé y luego niño (que agota a cualquiera) haciendo que la madre no pare, el peso va reduciéndose poco a poco. Para ello además hay que seguir comiendo bien y haciendo algo de ejercicio si queda tiempo, para evitar oxidarse demasiado.


como bañar a un bebe

¿Con qué frecuencia debo bañar a mi bebé?

En Estados Unidos la mayoría de los pediatras indican que solamente necesitas bañar a un bebé de pocos meses una o dos veces a la semana, ya que los bebés no se ensucian mucho hasta que no empiezan a gatear (sí debes lavarle frecuentemente las manos y limpiarle cuidadosamente el área genital siempre que le cambies el pañal). Sin embargo, en muchos de nuestros países es práctica común bañar a un bebé de pocas semanas a diario y muchos padres usan el baño diario como parte de su rutina nocturna porque tranquiliza a sus bebés. No hay inconveniente con un baño diario, si esto es lo que prefieres, siempre que uses un jabón especial para bebés que no le irrite la piel. También lo puedes bañar solamente con agua. 

Sin embargo, es mejor no sumergir al bebé por completo en una bañera hasta que se le caiga el cordón umbilical. Durante esos primeros días, puedes limpiarle todo el cuerpo con una esponja húmeda.


¿Cuál es la mejor manera de bañar a mi bebé?

A continuación te explicamos cómo hacerlo y qué necesitarás para facilitar tu tarea. Con un poco de dedicación y cariño, verás que la hora del baño se transformará en una de las actividades que más disfrutarás con tu bebé. 

1. Reúne todo los artículos que necesites para el baño. 

2. Llena la bañera con 2 ó 3 pulgadas (5 ó 7 centímetros) de agua templada, pero no caliente, a una temperatura aproximada de 90 grados Fahrenheit (32 grados centígrados). 

3. Trae al bebé al lugar donde vayas a bañarlo y desvístelo por completo. 

4. Sumerge poco a poco al bebé en el agua, usando una de tus manos para sostener su cuello y cabecita. A ratos, vierte un poco de agua con un vaso o taza de plástico sobre su cuerpo para que no se enfríe. Ten en cuenta que el cuerpecito enjabonado de un bebé es muy resbaladizo, o sea que procura sujetarlo firmemente. 

5. Usa muy poco jabón (ya que puede resecarle la piel) y lávale el cuerpo con tu propia mano o una toallita, rociándolo de arriba a abajo y de adelante hacia atrás. Lávale el cuero cabelludo con una toallita mojada y enjabonada. Usa una bolita de algodón mojada para limpiarle los ojitos y la cara. Lava normalmente el área genital del bebé, no requiere un lavado más a fondo que el resto. Si en las comisuras de los ojos o en la nariz se ha acumulado algún moquito o alguna secreción reseca, mójalo varias veces con la punta de una toalla para que se ablande antes de limpiarlo. 

6. Enjuaga completamente al bebé ayudándote con una toallita limpia. 

7. Envuelve a tu pequeñín en una toalla con capucha y sécalo con suavidad, sin frotarle la piel. Si tiene la piel reseca o un poquito de irritación en la zona del pañal, puedes untarle una loción hidratante para bebés. 


Inicio del baño