Es posible que te hayan dicho que un recién nacido no hace más que comer, dormir, llorar y por supuesto, pipí y popó. Suena muy fácil, ¿cierto? Y con el tiempo lo será, pero lo más probable es que al principio no todo sea tan sencillo. Al leer este artículo, los primeros días en casa con tu bebé serán menos abrumadores, ya que sabrás qué es lo que puedes esperar.
Para ayudar a futuras mamá como tú, hablamos con las pediatras y madres, Laura Jana y Jennifer Shu, quienes han escrito un libro específicamente sobre este tema. La segunda Llegar a casa con tu recién nacido: del nacimiento a la realidad), fue lanzado en septiembre de 2010, por la Academia Estadounidense de Pediatría.
Algunos bebés anuncian que tienen hambre a fuertes gritos. Sin embargo, otros dan señales más sutiles cuando quieren comer: se chupan las manitas, mueven la boquita como si quisieran mamar o voltean la cabeza hacia el pecho materno o biberón.
Durante los primeros días de vida, los recién nacidos suelen perder cerca de 7 por ciento de su peso. Aunque esto es completamente normal, querrás alimentar a tu bebé cada dos horas, más o menos, hasta que recupere el peso que tenía al nacer.
Los eructos, hipos y vómitos
Algunos recién nacidos necesitan que los hagan eructar a menudo, mientras que otros lo hacen naturalmente y prácticamente no necesitan ayuda. Si tu bebé se pone inquieto o irritable mientras come, o al terminar de comer, podría ser una señal de que necesita que lo ayudes a eructar.
También puedes intentar sacarle el aire en los siguientes casos:
- Al alternar pechos.
- Cada vez que le des 2 ó 3 onzas (59 ó 88 ml) de leche.
- Después de cada toma que dure de 10 a 15 minutos.
- Cuando termine de comer.
Al cabo de uno o dos días de alimentarlo, descubrirás lo que mejor le funciona a tu pequeño.
No te asustes si tu bebé tiene hipo o vomita. Es normal que los bebés tengan hipo y esto no les causa ninguna incomodidad. También es bastante normal que el bebé regurgite o escupa leche durante o después de las comidas, ya sea una pequeña cantidad de comida o lo que parece ser toda la cena.
Sin embargo, si tu bebé vomita en exceso y arquea la espalda o llora cuando lo hace, es bueno que conozcas la diferencia entre el simple reflujo, el cual es normal y mejora a medida que el bebé adquiere mejor control de los músculos de la cabeza, y la enfermedad del reflujo gastroesofágico (o GERD por sus siglas en inglés), la cual requiere tratamiento. Pero no importa cuál sea la causa del reflujo, si tu bebé regurgita con frecuencia, deberás tener siempre una toallita a la mano.
Tu recién nacido llorará y eso es algo imposible de evitar o prevenir. La frecuencia, la fuerza y la duración del llanto pueden variar y cambiar con el tiempo, señala la pediatra Laura Jana.
Durante los primeros días, muchos recién nacidos son increíblemente tranquilos y dormilones. Pero al cabo de unas dos semanas, algunos suelen llorar un promedio de dos horas al día. (La duración del llanto suele seguir aumentando hasta la sexta u octava semana de vida y luego empieza a disminuir).
Si no puedes descubrir con facilidad la causa del llanto de tu bebé, no te sientas incapaz, frustrada o incompetente. Procura ser menos dura contigo misma. "Todas las mamás primerizas pasan por eso, hasta las 'expertas'", dice Shu. "Hay ratos en que es obvio lo que tu bebé necesita, pero también hay ocasiones en que ¡simplemente no estás segura de nada!".
Durante los primeros días, muchos recién nacidos son increíblemente tranquilos y dormilones. Pero al cabo de unas dos semanas, algunos suelen llorar un promedio de dos horas al día. (La duración del llanto suele seguir aumentando hasta la sexta u octava semana de vida y luego empieza a disminuir).
Si no puedes descubrir con facilidad la causa del llanto de tu bebé, no te sientas incapaz, frustrada o incompetente. Procura ser menos dura contigo misma. "Todas las mamás primerizas pasan por eso, hasta las 'expertas'", dice Shu. "Hay ratos en que es obvio lo que tu bebé necesita, pero también hay ocasiones en que ¡simplemente no estás segura de nada!".
El sueño
Tu recién nacido tiene un estómago pequeñísimo. Así que no dormirá demasiado puesto que se despertará con frecuencia para comer. Pero no te preocupes, que todas estas siestecitas, por más cortas que sean, se van sumando y tu recién nacido llegará a dormir un total de 16 a 18 horas diarias.
Anotar cuándo y dónde duerme tu recién nacido te ayudará a identificar sus patrones de sueño y a contestar las preguntas que te haga el médico.
Afortunadamente, los recién nacidos tienen la increíble capacidad de dormir en prácticamente cualquier lugar, ya sea la silla del auto, portabebés, moisés o en tus brazos. Muchos, incluso, prefieren el acogedor y ajustado asiento del auto que su propia cuna, porque esa sensación apretadita les recuerda el útero de mamá.
La hora del baño
Es fácil mantener limpio a tu bebé durante los primeros días. Por ahora, ni siquiera necesitarás una bañerita. No deberás sumergir a tu bebé en agua para bañarlo mientras tenga el muñón umbilical. Los baños de esponja te ayudarán a mantenerlo limpio, durante las primeras dos semanas. De hecho, la limpieza excesiva podría resecar su delicada piel.
Usa una toallita humedecida para limpiar suavemente entre los pliegues de piel del cuello y otras áreas, donde se pueda acumular leche al alimentarlo. Es recomendable que, la zona del pañal, la limpies al final. Si notas cualquier sarpullido o irritación, aplícale un poco de vaselina o crema para la dermatitis de pañal.
La hora del baño
Es fácil mantener limpio a tu bebé durante los primeros días. Por ahora, ni siquiera necesitarás una bañerita. No deberás sumergir a tu bebé en agua para bañarlo mientras tenga el muñón umbilical. Los baños de esponja te ayudarán a mantenerlo limpio, durante las primeras dos semanas. De hecho, la limpieza excesiva podría resecar su delicada piel.
Usa una toallita humedecida para limpiar suavemente entre los pliegues de piel del cuello y otras áreas, donde se pueda acumular leche al alimentarlo. Es recomendable que, la zona del pañal, la limpies al final. Si notas cualquier sarpullido o irritación, aplícale un poco de vaselina o crema para la dermatitis de pañal.
La ropita
Probablemente preferirás los trajecitos cómodos y fáciles de usar a esos preciosos vestiditos bordados a mano y llenos de volantes, al menos al principio, cuando querrás ropitas prácticas y fáciles de cambiar y que le permitan a tu recién nacido, dormir cómodamente.
Muchos padres optan por camisetas, trajecitos enteros (mamelucos) y pijamitas con pies, además de una cobija para envolver al bebé o un saquito de dormir para las noches más frías.
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